El Plan Integral de Residuos de Castilla y León, incorpora como parte de su contenido un Programa de prevención con cuatro líneas de actuación, entre ellas, la línea estratégica de impulso a la reutilización y al alargamiento de la vida útil de los productos y materiales antes de considerarlos residuos.
En este marco cobra una gran importancia la operación de preparación para la reutilización de los residuos ya que permite convertir los residuos en productos para su posterior puesta en el mercado. De hecho, la Ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados, establece en el segundo orden de jerarquía, después de la prevención, a la operación de preparación para la reutilización.
Para fomentar la preparación para la reutilización es fundamental que esta operación se lleve a cabo en las etapas más próximas a la recogida inicial de los residuos y además que esta recogida se realice de manera selectiva. Esto permitirá garantizar que los residuos lleguen, en las mejores condiciones, a las instalaciones de los gestores autorizados, muchos de ellos de inserción social.
En el flujo de residuos domésticos, las entidades locales, por ser la administración competente y más próxima a los ciudadanos, son claves para impulsar la preparación para la reutilización. Así, el primer paso para elaborar la hoja de ruta hacia el residuo cero es definir la forma en la que la administración local aborda el fomento e impulso de la reutilización dentro de sus competencias en materia de gestión de residuos domésticos.
Para ayudar a este planteamiento, la Junta de Castilla y León ha publicado una guía sobre “La reutilización de los residuos domésticos. Una opción importante para la economía circular”.
El objeto de la guía es realizar una recopilación de alternativas de preparación para la reutilización de residuos, utilizadas en países europeos y en entidades españolas, con el fin de que puedan ser un ejemplo a seguir o que se puedan adaptar a cualquiera de nuestros municipios.
En concreto, esta guía repasa y aporta ejemplos y opciones para las tres operaciones básicas de la Preparación para la Reutilización: la recepción de los materiales, la propia operación de preparación para la reutilización y finalmente la salida de los productos reutilizados.
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