Las tres carrozas de Sus Majestades han recorrido el municipio acompañadas de un séquito muy singular representado por diversos personajes, para terminar la tarde con una recepción real y una degustación popular de chocolate con churros
Las luces, la música y la ilusión han vuelto a protagonizar un nuevo cinco de enero en Zaratán cuando, a las seis de la tarde, la cabalgata de Reyes ha desfilado por las principales arterias de la localidad repartiendo caramelos entre los más pequeños. Pese a la amenaza de lluvia, que ha mantenido en vilo la organización del evento, llegando a plantearse el acortar el recorrido, finalmente la magia de la Navidad ha permitido que la lluvia parase justo para poder disfrutar de la presencia de sus majestades de Oriente en un paseo por toda la localidaad.
Pero antes de repartir alegría entre los vecinos más jóvenes, Melchor, Gaspar y Baltasar han sido recibidos por el alcalde, Roberto Migallón, y han parado en las residencias de mayores Santa Ana y Plaza Real para ofrecer entre los más longevos una porción de roscón y una pizca de ese encanto propio de una noche tan especial.
Desde el polideportivo Infanta Juana, y subidos en sus luminosas carrozas, este trío de reyes ha comenzado el recorrido circular por las calles de Zaratán, acompañados por un toque musical y un séquito muy singular con media docena de divertidos muñecos que los han escoltado -saludando y lanzando caramelos a los niños y niñas- hasta llegar nuevamente a este centro deportivo. Entre ellos han estado los personajes de Coco, además de Salchitán, quien tampoco ha querido perderse esta fiesta navideña.
Una vez aquí, los pequeños han pasado uno por uno por el regazo de los Magos de Oriente que, sentados en sus majestuosos tronos, han escuchado las peticiones y deseos de estos y les han entregado un pequeño obsequio como adelanto de los regalos que recibirán esa noche. Además, los asistentes al pabellón Infanta Juana han tenido ocasión de disfrutar de un chocolate con churros, en el mejor ambiente previo a una noche de nervios e ilusión.
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